Formación Integral de Actores
Buscamos dar al alumno un lugar de pertenencia, donde iniciar el camino del autoconocimiento y del desarrollo de posibilidades técnicas, para avanzar hacia la seguridad de contar con un oficio que les permita afrontar situaciones laborales.
Entrenamiento Instrumental
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Si el pintor cuenta con su paleta, su tela y sus pinceles, el guitarrista tiene su guitarra, el actor no se tiene más que a sí mismo. Lo cual le dificulta aún más la tarea de conocer o “conocerse” como instrumento.
Debemos reconocer que si pudiésemos dividir este “instrumento propio”, tendríamos que pensar en el cuerpo, la voz y las emociones, pero estos elementos nunca se manifiestan por separado, sino que van todos juntos. El resultado visible de esta “mezcla” es la EXPRESIÓN.
Esta herramienta actoral, la EXPRESIÓN, depende de un fenómeno anterior: la IMPRESIÓN.
Toda expresión depende o deriva de una impresión previa. Este "ir y venir" entre impresión y expresión es lo instrumentalmente entrenable.
A través de diversos ejercicios de impresión se consigue ampliar el mapa de esas mismas impresiones sensoriales y afectivas, que conducidas hacia los ejercicios de expresión generan una gran expansión y diversificación del instrumento.
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El oficio del actor
Esta amplitud, esta libertad que se adquiere a lo largo del entrenamiento instrumental, debe estar comprendida dentro de un marco limítrofe, de una “tela”, de una “partitura”.
Entrenar el oficio del actor posibilita reconquistar esa libertad expresiva lograda pero esta vez dentro de una gama determinada de colores, en una determinada estructura.
Para ello es necesario asimilar conceptos específicos de las técnicas, de las leyes generales que componen nuestro arte.
Las nociones de Estructura Dramática, Conflicto, Acción y Caracteres; son conceptos en los que el alumno deberá bucear para comprender los símbolos y los significados de su interpretación.
Si el pintor cuenta con su paleta, su tela y sus pinceles, el guitarrista tiene su guitarra, el actor no se tiene más que a sí mismo. Lo cual le dificulta aún más la tarea de conocer o “conocerse” como instrumento.
Debemos reconocer que si pudiésemos dividir este “instrumento propio”, tendríamos que pensar en el cuerpo, la voz y las emociones, pero estos elementos nunca se manifiestan por separado, sino que se presentan juntos e interrelacionados. El resultado visible de esta “mezcla” es la EXPRESIÓN.
Esta herramienta actoral, la EXPRESIÓN, depende de un fenómeno anterior: la IMPRESIÓN.
Toda expresión depende o deriva de una impresión previa. Este fluido entre impresión y expresión es lo instrumentalmente entrenable.
A través de diversos ejercicios de impresión se consigue ampliar el mapa de esas mismas impresiones sensoriales y afectivas, que conducidas hacia los ejercicios de expresión generan una gran expansión y diversificación del instrumento.
DOS CAMINOS PARA UN ABORDAJE COMPLEMENTARIO
Nuestro Programa de trabajo integral incluye
ejercicios instrumentales y de oficio contemplando
su complementariedad y su interdepencdencia